El descubrimiento y conquista de América trajo profundos cambios en todos los aspectos de la vida: culturales, religiosos, alimenticios, biológicos, médicos, científicos y mentales, además de los cambios, no menos importantes, políticos y jurídicos. Durante los tres siglos de dominio español, se estableció en la Nueva España un complejo sistema jurídico de equilibio de poderes corporativos.